Quizas es porque ahora, al ver mi pasaporte, observo el 1990. Quizas es porque ahora veo en mi agenda el dos de diciembre tachado. Quizas es porque ya llevo mas de cien dias en Europa. Quizas es porque ahora, cuando me preguntan mi edad, mi respuesta es diferente a la de dos semanas atras. Quizas es porque estoy en el ultimo curso. Quizas es porque mi novia es mayor que yo, o quizas es simplemente el invierno que me hace sentir solo, creciendo y volando por mi propia cuenta.
No quize borrar mis textos anteriores para que se note cuanto he cambiado de abril a diciembre de este año, en dos otoños y dos inviernos.
Pase de meditar sobre dragones y coraje a relatar mis dias de invierno con una nube de piña. Dice Clara Barceló que un hombre conoce el mundo cuando besa los labios de una mujer, y dice Fermín Romero de Torres que un hombre despierta al desabotonar los primeros botones de la blusa de su novia. Sera por eso tal vez que siento que meses atras era alguien dormido, vagando en la insipidez, y sera tambien por eso que ahora desperte.
Viento, lluvia, nieve y noche es lo que ahora siempre me rodea. Duermo y despierto de noche. Camino al tren me moja la lluvia, desde el barco veo la nieve de los Alpes y al bajarme de el me golpea el viento.
Leo, escribo, me voy de vez en cuando al barquito y sigo vivo. Vos ya sabés...así te amo.
VIENTO, LLUVIA, NIEVE Y NOCHE
Por Andrés Peñaloza Lanza el lunes, diciembre 10, 2007 1 comentarios
DIAS DE INVIERNO
Entre tu mirada y la mia, entre el viento frio que congelaba nuestros labios, entre esas gotas de lluvia que nosotros calentabamos tan solo estando juntos, entre el calor entre tu mano y la mia, entre todo eso nos rodeaba la magia de un invierno que nosotros nos encargamos de hacerlo unico, increible, irrepetible, el primer invierno contigo.
Mis ojos te seguian de un lado al otro cuando te movias, girando entre los soplidos que venian del horizonte. Tus ojos, ahi, haciendome dar vueltas, explorandote, conociendo tu caminar, tu hablar y mas tarde tu besar. Todavia no sabiamos lo que iba a pasar. Te vi, tenias un vestido y un amor, y no necesite nada mas para vivir. Te vi pasar arrastrando las olas del viento que cada vez se hacian mas frias, te vi caminando por ahi y por alla, dando vueltas en mi cielo al dormir y al despertar. Esos tus ojitos, lindos, hechiceros, mira que parecen dos luceros, mil y mil veces.
Cada manana era esperarte y hacerme esperar, ahi en el lugar de siempre, donde nos congelaba el frio de las siete y media de la manana, donde me hablabas y yo te escuchaba sin perder detalle, donde me dabas vida aunque no te lo decia. Y luego de diez minutos que me parecian infinitos contigo, me llevaba otra ola de frio que nos separaba, pero que daba una vuelta y nos juntaba otra vez.
Hasta sobrevivimos al peor frio de todos. A las cinco en tu casa! A vueltear por ahi, a sentarnos en el borde de la peor medicina contra el frio, un helado, pero que hasta podiamos tomarlo juntos estando separados. Y asi, mirando los dos al frente veiamos el mundo refugiado de la estacion mas fria del ano. La gente que pasaba, las senoras trotadoras, los camiones que me atormentaban los oidos, los cajeros que le hablaban al frio sin tener respuesta, el cajero inexistente de la huella digital, las fotos del amanecer, la primera foto! Sentarnos en medio del sendero que era solo nuestro, y de nadie mas. Los sustos de las sombras, los calambres helados, los duenos de la heladeria, el I Ching y la musica de la radio, sus chistes pesimos, las primeras cosquillas, la primera vez que me apoye en tu hombro para sentirme mas amado. La mantita que nos protegia cuando el sol aparecia en la montana, nos acompanaba hasta el barquito, y el mirador, y el otro mirador, y el otro mirador. Desde ahi veiamos las caras en los dos horizontes, a un Jesus sufrido, enorme a la derecha, y un viajante como dibujado por el viento del altiplano. No podiamos dejar de abrazarnos porque si lo haciamos, el frio volvia a atacarnos, y es que sin ti no habia calor por mas cerca del sol que estuviese. Desde ese barquito observamos un mundo que desde entonces no volvio a ser el mismo, era un mundo al que no podia tomarle atencion. Ya no tenia corazon ni ojos para nadie, solo para ti.
Y asi paso el tiempo, cosechando lo que luego se convertiria en algo indestructible. Dos frutas se encontraron un dia, o mas bien una noche, en la que todo y nada pasaron al mismo tiempo. Entre mareos y perdidas de memoria mis labios se encontraron con los tuyos, desafiando al mundo y al futuro. Con palabras profundas y roces que se convertian en caricias nos unimos de manera magica. Fue durante esa eternidad que nuestras vidas cambiaron y empezaron a dar vueltas juntas por el espacio. Lentamente, como cuando la nieve cae en un dia soleado, me diste el beso mas suave, el primero, de todos, que aun esta ahi, marcado en mi. Quien sabra cuanta energia desprendimos, y cuantas cosas que una persona normal es incapaz de comprender, solo nosotros. Entre mis ojos y los tuyos el invierno dejaba de ser invierno.
Dia tras dia alimentamos el cielo que de tanto que recibio empezo a llover. Entre la lluvia, el viento, el frio y la noche lo nuestro fue aun mas grande. Te robe y te lleve por mil lugares donde cada cosa que hicimos sigue aun ahi, marcada como algo imborrable. “Baby, did you forget to take your meds?” Cada dia a la misma hora. “Voy a correr ya?”, y lo hacia para volver a verte al dia siguiente. Cada mensaje de buenas noches, cada cancion y hasta cada silencio entre nosotros. Tan solo estando juntos, dia tras dia aprendimos como se vive de verdad, y de que se vive. No necesitamos leer ni viajar ni leer el periodico para saber que es vivir. Algo crecia a toda velocidad y ninguno de los dos lo podia evitar.
No olvido ni olvidare nunca los paseos por todo lado, el jabon, el sushi, cosas que nadie mas sabe y no tiene por que saber. Cada dia tenia una marca especial que se impregnaba entre la brisa invernal quedandose para siempre en el invierno. Como nos escapabamos, nuestras excusas, “morenia mia...voy a contarte hasta diez” y el ruido de alarma de bomberos siempre nos impedian poder seguir estando juntos, pues si era por nostros nos quedabamos la eternidad entera ahi, deleitando a los que nos veian desde arriba. No olvido la estrella que cada noche nos iluminaba para tener un sueno perfecto y seguir juntos, ni la nube a la que me llevabas de vez en cuando para matarme entre masajes y Bob Marley, anocheres y noches “terribles”. La hora azul, en la que el tiempo se detenia solo para darnos la oportunidad de seguir flotando en ese mar de caricias y besos que caian como plumas alrededor de nuestros lechos. Anoche sone contigo, y no estaba durmiendo, todo lo contrario, estaba bien despierto...
Tuvimos que atravesar una terrible ola de frio que casi nos hace caer, pero que al final la superamos, y llego el dia. Fue de nuevo en una nube. Te di una flor y con un beso hicimos de ese dia cuatro algo eterno. Paseos eternos por los lugares que el frio cubria como una capa. Batimos un record, y millones mas que tal vez ni nostros sabemos. Entonces fui tuyo.
Hoy ya pasaron cuatro mas de los diez que tenemos que esperar, y no todo es igual, es aun mejor. Durante el invierno aprendi de ti y aprendi de mi, le encontre un sentido a la vida. Por eso lo que siento por ti es infinito y eterno, va de aqui a las estrellas dando vueltas por todos los planetas, galaxias, cometas, volviendo aqui, a las calles por donde caminamos, a las casas donde me hiciste tuyo y yo te hice mia, al barquito, dando vueltas alrededor de nosotros y acariciando tus labios mientras miro tus ojos, todo al mismo tiempo y mas, infinitas veces hasta lo que dura la eternidad.
El invierno tiene el privilegio de poder llevar nuestra historia entre sus brisas de frio, entre las frias gotas y las hojas de los arboles, de los pinos. En el invierno esta marcado nuestro amor. Fueron esos dias de invierno los que hicieron de mi alguien que descubrio que es vivir, alguien tuyo.
¦Para mi amore¦
5 de diciembre de 2007
Por Andrés Peñaloza Lanza el miércoles, diciembre 05, 2007 5 comentarios